Así surgió el término informático “bug”

Hoy día es muy común la existencia de bugs, o errores, en cualquier programa informático: desde sistemas operativos hasta teléfonos celulares y videojuegos.

El origen y primer registro del término “bug” se remonta al 9 de septiembre de 1947 cuando los ingenieros a cargo del ordenador Mark II notaron que comenzó a fallar. Tras revisarlo, descubrieron que se trataba de un insecto, una polilla estaba atorada bloqueando los relés y era la razón del fallo.

Grace Hopper, que era entonces una joven oficial de la Reserva Naval, anotó en su cuaderno «Primer caso real de bug encontrado», la polilla estaba atrapada en un circuito muy particular: el relé 70 del Panel F. Además como prueba del suceso, pegaron el cadáver de la polilla en la nota con cinta adhesiva, convirtiéndose en el primer registro exacto y literal de un bug.

La polilla fue mostrada durante muchos años por el Ejército y en la actualidad es propiedad del Instituto Smithsoniano.

A finales de la década de los 70, se intentó cambiar el término: sin embargo, el concepto de bug estaba muy arraigado.

Actualmente se experimentan una serie de pruebas para detectar Bugs (errores) y poderlos corregir antes de que salgan al público, a esto se le conoce como Debugging. Aún así, es usual que los usuarios se topen con nuevos bugs, por esta razón es que los programas tienen versiones y actualizaciones, para corregir estos errores y/o añadir nuevas funcionalidades.