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Día Mundial de las Redes Sociales

Desde 2010 se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales cada 30 de junio tras una iniciativa del portal Mashable.

Las redes sociales transformaron radicalmente la forma en que nos relacionamos y comunicamos. Su crecimiento ha sido imparable en los últimos años y el desarrollo de la tecnología móvil ha jugado un papel importante. Según el Informe Digital elaborado por Hootsuite y We Are Social, con datos correspondientes a enero de 2022, el número total de usuarios en redes sociales en el mundo es superior a 4.623 millones de personas, lo que supone casi un 60% de la población mundial total.

El Informe Global Media Intelligence reveló que la pandemia tuvo una gran influencia en el consumo de medios y dio un nuevo récord en el tiempo que dedicaron los usuarios a las redes sociales.

Paralelamente el uso promedio de las redes sociales ha ido en aumento, según Statista, a nivel global, los usuarios de internet pasan un promedio de 2 horas y 27 minutos al día conectados a las plataformas sociales, pero las tendencias varían enormemente de un país a otro. En México el promedio es de 3 horas y 20 minutos y las plataformas preferidas son WhatsApp, Facebook, Facebook Messenger e Instagram.

Millones de usuarios acuden a este tipo de plataformas para saber qué está pasando a su alrededor de forma sencilla, rápida y sin un excesivo esfuerzo. Han revolucionado nuestro entorno, la comunicación, la forma en la que se entienden las relaciones de la empresa con sus clientes, y un sinfín de aspectos de nuestro día a día cotidiano. Las redes sociales han acaparado la atención de empresarios, y políticos que se esfuerzan en entender la esencia de este fenómeno social para aprovecharlo en su favor.

Cuando usamos Internet, revelamos una gran cantidad de información privada, a menudo sin leer o comprender las condiciones de uso. Estos datos pueden ser evaluados y recopilados. La información personal se ha convertido en el producto más apreciado de la era digital; mediante algoritmos, el análisis de datos se ha convertido en un instrumento tecnológico de poder social que se transforma también en un potente elemento de poder económico y político.

Un ejemplo fue lo ocurrido entre 2011 y 2015, donde Facebook usó datos personales de sus usuarios como moneda de cambio para negociar y manipular a competidores. Este es sólo uno de los cientos de ejemplos que se le dan a nuestros datos sin que nos percatemos.

Muchos países del mundo han comenzado a preocuparse por los peligros que un uso incorrecto de estos datos puede tener para las sociedades. Desde regulaciones a la protección de datos de los individuos como el ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición), hasta acciones gubernamentales para evitar que los datos traspasen fronteras como las llevadas a cabo por China, Arabia Saudí o India.

“La capacidad actual para almacenar y procesar datos sitúa a la mayoría de la población frente a enormes riesgos volviendo ineficaces los principales mecanismos técnicos y legales que existen actualmente para proteger la privacidad. ”
“Convertir a un individuo en una diana de vigilancia implica hoy día una invasión mucho más extensa de la vida privada, puesto que no solo se suele pretender obtener toda la información posible sobre la persona, sino también, sobre sus relaciones, conexiones e incluso, interacciones. Todo ello supone claramente una amenaza a la privacidad, pero, además, el uso de los datos masivos como modelo predictivo permite la posibilidad de poder juzgar previamente a las personas más allá de su comportamiento.”

Es necesario tomar conciencia e informarnos del uso que se le da a nuestros datos, ¿hasta qué punto queremos ser vulnerados?. No sólo están en manos de grandes corporaciones, también lo están en las personas que ven lo que compartimos en redes sociales, y ambas pueden resultar peligrosas.