Lanzamiento del Telstar-1, primer satélite de comunicaciones comerciales.
Telstar-1 fue el primer satélite de comunicaciones activo de propiedad privada y el primer satélite en transmitir señales de la tierra a un satélite y viceversa.
A finales de los años 50 y principios de los 60, tanto en Europa como en Estados Unidos se vivió un gran auge de la radio y la televisión, el aumento de la demanda originó la búsqueda de nuevas infraestructuras y también el desarrollo de nuevos servicios que pudiesen aportar valor a los ya existentes.
La NASA estaba ya trabajando en un sistema de comunicaciones por satélite así que para impulsar el proyecto se unieron algunas empresas y organismos que, mediante la colaboración público-privada pudiese desarrollar un sistema de comunicaciones por satélite comercial para su uso en la difusión de señales de radio y televisión así como en telefonía fija. Al proyecto de la NASA se sumaría American Telephone and Telegraph Corporation (AT&T) que lideraría el proyecto y aportaría su centro de investigación (los Laboratorios Bell) y también sería la propietaria del satélite dejando a la NASA a cargo del lanzamiento (por lo que percibió 3 millones de libras esterlinas de la época por cada lanzamiento) y, desde el lado de Europa, Francia y Reino Unido tendrían presencia en el proyecto a través del Servicio de Correos Británico y la Oficina Postal de Francia.
Con una masa de 77 kilogramos y tamaño de 87,6 centímetros, límites que había que cumplir para poder alojarlos dentro de los cohetes Delta, fue lanzado por la NASA el 10 de julio de 1962 desde Cabo Cañaveral, Florida.
El cohete situó al satélite en una órbita elíptica con una inclinación de unos 45 grados, un perigeo de 945 kilómetros y un apogeo de alrededor de 5.600 kilómetros. El Telstar 1 tardaba unas dos horas y media en dar una vuelta completa a la Tierra y solamente podía usarse unos 30 minutos porque ese era el tiempo en el que estaba sobre el Océano Atlántico y, por tanto, podía actuar de enlace entre Europa y Estados Unidos. Era capaz de transmitir un canal de televisión, hasta 600 llamadas de teléfono, faxes, imágenes, y datos.
Disponía de receptores de la banda de microondas de 6 GHz a lo largo de su ecuador (las aberturas más pequeñas) que sus equipos de a bordo convertían a la banda de 4 GHz y retransmitían a través de las aberturas más grandes de la fila inferior.
Además tenía células solares que cubrían buena parte de su superficie para generar los 14 vatios con los que trabajaba y una antena helicoidal en su parte superior para recibir órdenes de la estación de control.
Tras su puesta en órbita, el 11 de julio de 1962 se realizó la primera emisión de televisión por satélite y se envió una imagen de una bandera de Estados Unidos filmada en la Estación de Andover. Sin embargo, la inauguración oficial se reservó para el 23 de julio de 1962, día en el que se realizó la primera retransmisión de televisión vía satélite de la historia entre las cadenas NBC y CBS de Estados Unidos y la BBC de Reino Unido.
Las emblemáticas imágenes transmitidas fueron un discurso del presidente John F. Kennedy, el cantante Yves Montand de Francia, clips de eventos deportivos, y una imagen fija del Monte Rushmore. Tras la rueda de prensa del presidente Kennedy, en la siguiente pasada del satélite, las estaciones Europeas de Inglaterra y Francia emitieron a Estados Unidos imágenes del Big Ben, la Torre Eiffel, la Capilla Sixtina y algunas imágenes del ártico y, además, también se pusieron en marcha las primeras llamadas telefónicas entre Europa y Estados Unidos a través del satélite. Este suceso fue precursor de las comunicaciones globales que hoy en día se dan por sentadas.
La vida del Telstar fue relativamente corta. Fue víctima de la elevada dosis de radiación en forma de electrones de los cinturones Van Allen, y de los efectos de la explosión nuclear Starfish Prime, la primera detonación de un arma nuclear en el espacio, ocurrida un día antes del lanzamiento del Telstar-1.
A raíz de esto, se perdió el control del satélite en agosto. Aunque los ingenieros lograron salvar el aparato, éste sucumbiría finalmente el 21 de febrero de 1963.
El fin del Telstar 1 no supuso el fin del programa puesto que se lanzaría el 7 de mayo de 1963 el Telstar 2 y, además, se pondrían en marcha otros proyectos para construir nuevos satélites de comunicaciones como el Syncom o los satélites Relay. Durante el transcurso de su vida operativa, Telstar 1 facilitó más de 400 transmisiones de teléfono, telégrafo, fax y televisión.