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Primera imagen de la Tierra tomada desde la Luna

Fue tomada el 23 de agosto de 1966 por un vehículo espacial no tripulado. La imagen no sólo retrataba a la Tierra, sino que lo hacía desde la perspectiva de la Luna. Fue transmitida a la Tierra por el Lunar Orbiter I de los Estados Unidos y recibida en la estación de seguimiento de la NASA en Robledo de Chavela, cerca de Madrid, España. Eran las 16:35 GMT cuando la nave estaba a punto de dar su decimosexta vuelta a nuestro satélite natural.

El Lunar Orbiter 1, fue la primera de cinco naves enviadas a la Luna con el objetivo de mapear su superficie y elegir un lugar de aterrizaje para las misiones Apollo.

En ese entonces los mapas de la superficie lunar con los que contábamos se basaban en fotografías sacadas desde la Tierra y unos cuantos satélites estadounidenses y soviéticos, ninguno de los cuales fue capaz de capturar la amplitud y los detalles necesarios para encontrar puntos de aterrizaje sin rocas ni cráteres peligrosos.

Entre 1966 y 1967 las cinco Lunar Orbiter fotografiaron el 99% de la superficie lunar, enviando a la Tierra un total de 3.062 imágenes de calidad, según la NASA.

Consideradas laboratorios fotográficos espaciales, las naves también realizaron otros experimentos como medir la radiación y fueron comandadas para estrellarse en la Luna justamente para que no se convirtieran en un peligro para los vuelos tripulados Apollo.

Cada Lunar Orbiter contaba con dos cámaras (básicamente cámaras espía del Departamento de Defensa), una con un objetivo de alta resolución y otra con resolución media. En lugar de una película normal de 35 milímetros, los satélites empleaban 70 milímetros, el mismo tamaño que se usa hoy en día para rodar películas de IMAX. En lugar de revelar la película fotográfica sumergiéndose en productos químicos como es común, los Lunar Orbiters emplearon el sistema de procesamiento por transferencia Kodak BIMAT, que la CIA declaró confidencial hasta 2001.

El sistema Bimat procesaba la película apretándola contra una segunda banda cubierta con una solución coloidal de revelador y fijador. Un tambor caliente se encargaba de secar la película revelada.

Finalmente las películas se movían frente a un escáner que registraba los niveles de brillo de cada sección. Dichas cifras se enviaban a los centros de comunicación de la NASA en España, Australia y Estados Unidos, donde recibían las mediciones en cinta magnética. A continuación, los procesadores de imágenes podían emplear las cifras para recrear las exposiciones de la película en la Tierra y pegar los fragmentos para revelar fotografías detalladas.

Entre otras importantes tomas están la bautizada como “The Blue Marble”, la canica azul, que corresponde a la primera vista completa de la Tierra; la “Earthrise”, primera en la que se aprecia todo el globo terrestre en color, entre otras.

En 2008, una versión de la imagen pudo ser obtenida dentro del Proyecto de Recuperación de Imágenes de las Lunar Orbiter (LOIRP, Lunar Orbiter Image Recovery Project), dedicado a digitalizar las imágenes conseguidas por las sondas Lunar Orbiter a partir de los datos analógicos contenidos en las cintas originales. La nueva versión que hoy podemos disfrutar presenta una marcada mayor nitidez y una mayor resolución.

Los registros fotográficos de la tierra son elementos de gran valor para la confección de cartografía, para la investigación oceanográfica, topográfica, geológica y arqueológica, además de cambiar la perspectiva de nuestro lugar en el universo y apreciar su valor como nuestro hogar.