valentina tereshkova

Valentina Tereshkova: primera mujer en viajar al espacio exterior.

El 16 de junio de 1963, Valentina Tereshkova, cosmonauta rusa, se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio exterior.

“Aquí Gaviota, aquí Gaviota. Veo en el horizonte una raya azul: es la Tierra. ¡Qué hermosa! Todo marcha espléndidamente.” Estas fueron sus primeras palabras al salir al espacio. “Chaika”, la traducción en ruso de gaviota fue el nombre clave para las comunicaciones desde la nave.

Nacida en el seno de una familia humilde y proletaria de la URSS de posguerra, Tereshkova comenzó la escuela hasta los ocho años y abandonó su formación pocos años más tarde para trabajar en una fábrica textil.

Antes de llegar a los veinte, la joven mostró un gran interés por el paracaidismo y se unió al Aeroclub local. Hizo su primer salto a la edad de 22 años. Por otro lado, en 1961 y con 24 años empezó a trabajar como secretaria para el Partido Comunista, al que terminaría adhiriéndose poco más tarde.

Ese mismo año, la URSS había lanzado el programa Vostok, cuyo primer éxito protagonizó Yuri Gagarin al convertirse en la primera persona en salir al espacio exterior. Ahora había que escoger a un candidato para otro vuelo del programa, para el que se buscaba a una mujer. Tereshkova reunía todas las cualidades y por ello fue seleccionada.
Valentina entrenó durante dos años para ser la mejor cosmonauta. Se trataba de una misión secreta, así que su mamá no sabía nada, ella pensaba que su hija realizaba prácticas de paracaidismo.

Así, el 16 de junio de 1963 Tereshkova fue lanzada al espacio a bordo de la nave Vostok 6 como única tripulante. Aquí comenzaba la primera andadura espacial femenina. Durante el viaje se produjo un error en la programación de la trayectoria que ella misma tuvo que variar para conseguir que la nave no se alejara de la Tierra y pudiera regresar tal y como estaba previsto.

Tras 48 vueltas a la tierra y más de 70 horas de vuelo, el 19 de junio de 1963 Tereshkova abandonaba la cápsula de vuelo; para el descenso tuvo que lanzarse en paracaídas desde más de seis mil metros de altura, tomó tierra en Karaganda (Kazajstán). Se había convertido en una leyenda de aeronáutica espacial.

Después de su viaje sideral, Valentina estudió una licenciatura, maestría y doctorado en ingeniería y decidió embonar naves dirigidas al espacio.

Posteriormente se dedicó a la función pública y obtuvo un puesto en el parlamento ruso. Luchó por los derechos de las mujeres y siempre será recordada por su gran hazaña. En 1975 participó en la Conferencia Mundial de la ONU con motivo del Año Internacional de la Mujer, llevada a cabo en México, y en 1982 recibió el premio Simba por su labor de promoción de las mujeres.

Desde entonces, muchas otras mujeres han culminado misiones en el espacio exterior, pero ninguna lo ha hecho de nuevo en solitario.

“En la Tierra, los hombres y las mujeres corren los mismos riesgos. ¿Por qué no deberíamos hacer lo mismo en el espacio?” Valentina Tereshkova.