día mundial de la ciencia y la tecnología

Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología

El Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología se celebra cada 10 de abril. Fue establecido en 1982 por la Conferencia General de la Unesco en honor al natalicio del médico y farmacéutico Bernardo Houssay (1887) primer latinoamericano en ser galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1947.

El objetivo de esta conmemoración es destacar la importancia que el desarrollo de la ciencia, el conocimiento científico y la labor investigadora tienen en nuestra sociedad. A su vez, señalar el reto que tiene la ciencia de ser capaz de comunicar sus avances de manera clara, cercana y creativa.

La ciencia y la tecnología constituyen hoy un poderoso pilar del desarrollo cultural, social, económico y, en general, de la vida en la sociedad moderna. Sin embargo, Latino américa sigue muy por detrás en la inversión y proyección de actividades científicas y tecnológicas en relación con países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido o China.

La pandemia por covid-19 dejó al descubierto las fallas científicas presentes en la mayor parte del subcontinente, demostrando que Latino américa es la región con el mayor índice de desigualdad del planeta.

Un indicador de tal desigualdad es el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) por ejemplo, el porcentaje del PIB dedicado a inversión en investigación y desarrollo, en promedio, de América Latina fue de 0,73% en 2014 y 0,66% en 2018. El gasto en investigación aumentó en todas las regiones excepto en Asia Central y América Latina según el Informe sobre la Ciencia 2021, UNESCO. La diferencia es muy marcada con respecto a las economías más desarrolladas, como Corea del Sur, Finlandia, Suecia o Israel.

En estas tendencias económicas y de desarrollo, el principal diferencial está marcado por la capacidad de generar conocimiento a través de los avances científicos, tecnológicos y su aplicación a través de la innovación para ser más productivos, con mejores niveles de crecimiento, mayor bienestar social y lo más importante direccionar y liderar las tendencias mundiales.

Siendo la ciencia y la tecnología tan importantes, ¿por qué no están al alcance de todos y todas?

El denominado derecho a la ciencia tiene sus antecedentes en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, cuyo artículo 27 establece que “toda persona tiene derecho a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten”. En América Latina y el Caribe, las brechas socio económicas, raciales y de género son los grandes obstáculos para la universalización del derecho a la ciencia, íntimamente ligado a otros derechos, como el derecho a la educación.

Houssay predicaba la importancia de la ciencia básica para el desarrollo de las naciones, y dedicó su vida a promover, fortalecer y difundir la investigación científica.

La ciencia básica posee un valor particular para el desarrollo de diferentes disciplinas científicas: permite la formación. Constituyen la base para propagar los conocimientos científicos y son clave para el progreso de la innovación y el desarrollo tecnológico. Limitar la ciencia básica es, por tanto, limitar el desarrollo científico, tecnológico, social e incluso económico.

“Debemos, como país, buscar que el conocimiento científico se expanda y sea aprehendido (o apropiado) por los diferentes sectores sociales y no quede solamente constreñido a los especialistas académicos. Esto demanda un proceso de democratización del conocimiento, tanto en su comprensión como en su uso, y ello está vinculado a la creciente demanda del público con respecto a la responsabilidad social de la ciencia.

La ciencia tiene sus orígenes en la curiosidad, hacerla accesible para todos permite incorporar nuevos enfoques para enfrentar los problemas.

“Si queremos que la ciencia y la tecnología formen parte de la cultura, se deben promover estrategias desde las instituciones  para promover la cultura científica en busca de permear en las dinámicas sociales, impactar en los hábitos y comportamientos de las personas, y sustentar en las políticas y planes gubernamentales, para que el conocimiento adquirido desde la investigación científica, logre transformar de manera positiva a la sociedad.”